La adolescencia se caracteriza, esencialmente, por el encuentro con un cuerpo que se está desarrollando sexualmente, asumir la propia identidad y  reconstruir las identificaciones del “yo”(dejar atrás al niñ@ y dar lugar al adolescente).

¿Qué sucede en estos tiempos?

Se produce una caída de los adultos significativos de la primera infancia y se abren a nuevos vínculos: las amistades, los colegas cobran mayor importancia. El tiempo del adolescente pone a prueba al yo, a su capacidad de procesar y simbolizar el pasaje del paragua protector de lo familiar a los nuevos vínculos.

“Un gran peligro”

En el tiempo de la adolescencia, puede acarrear un gran peligro: el  adolescente se vea imposibilitado de auxiliarse a sí mismo, frente al empuje incesante de sus pulsiones, la impulsividad y la agresividad son características de esta etapa. 

El adolescente puede sentirse desbordado a nivel emocional. La desesperación puede ocasionar una “huida” ante el dolor psíquico que no se tolera. No todos pueden expresar con palabras ¿qué les pasa? Es muy frecuente que su forma de expresión sea un “grito sin palabras”, esto se traduce en diversas actuaciones en el comportamiento (actings out o pasajes al acto). 

Frente al dolor psíquico, producido por la imposibilidad de ligar el campo pulsional y simbolizarlo, se produceuna ruptura del yo-cuerpo del adolescente, esto lo sume en un estado de debilidad, se sienten vulnerables. 

Presentaciones sufrientes en la clínica adolescente:

. Compulsiones
. Autolesiones (cutting). Depresión
. Conductas de riesgo (acting out y pasaje al acto)
. Desequilibrios alimentarios (anorexia, bulimia)

La etimología de la palabra “adolescente” es “crecimiento” y este es sinónimo de conflicto permanente.

La adolescencia es un tiempo conclusivo a lo anteriormente nombrado que culmina con el pasaje de lo familiar a un identitario propio, o lo que es lo mismo decir, no ser uno como los otros, sino “ser uno entre otros”. 

Acompañamiento emocional

Como psicoanalista acompaño a nivel emocional la experiencia que transita el adolescente, desde una posición de adulto. Con la aptitud -que tendremos que poner a prueba cada vez- de que esa adultez no nos borre la capacidad de tolerar la incertidumbre a la que nos confronta el crecimiento adolescente y su consecuente conflictiva psíquica y social.